Maquiavelo y John Milton escribieron dos obras claves de la época renacentista. “El príncipe” de Maquiavelo data de 1513 en la Florencia artística de esta época. John Milton escribió la primera obra que pedía la libertad de prensa en 1644, llamada “Aeropagítica”. El escrito de Milton fue un importante contribuyente a los cambios democráticos en Inglaterra.
Maquiavelo y su príncipe idóneo
Varias veces hemos escuchado la frase “maquiavélico”, refiriéndonos a algo que es un poco cruel y arbitrario. Sin embargo conocer esa frase no significa esencialmente conocer el pensamiento de Maquiavelo.
Partiendo de esta base, afrontaremos a Maquiavelo y su obra desde un punto de vista prejuicioso. Pese a reconocer este punto, el pensamiento maquiaveliano no deja de ser una incitación al autoritarismo y su inmediato rechazo es casi inevitable. El príncipe ideal para este autor florentino, debe no ser bueno y es preferible que sea temido a que sea amado. Esto es, porque el amor es un vínculo entre los seres humanos que estos mismos rompen cuando quieren ser beneficiados. Al ser temido el príncipe, se tiene mayor distanciamiento con el pueblo. Asimismo se puede ser temido y no odiado. Maquiavelo pone dos ejemplos conductuales enfrentados. Por un lado estaría Aníbal, que con un ejército muy grande, jamás permitió discordias desde dentro. Escipión, por su parte, sufrió la sublevación del suyo en España. Esto sucedió porque el primero era temido y el segundo amado: “El amar depende de la voluntad de los hombres y el temer de la voluntad del príncipe y un príncipe debe apoyarse en lo suyo y no en lo ajeno, tratando de evitar el odio”.
Dentro de esta idea, Maquiavelo aporta dos más: por un lado un príncipe debe ser moderadamente tacaño, para no acudir luego al expolio. Otra idea importante es que es recomendable que sea comedidamente cruel para intentar imponer el orden y no clemente, algo que multiplica los desórdenes. Eso sí, siempre debe hacerlo de manera cautelosa. Por ejemplo César Borgia consiguió el orden en la Romaña gracias a su crueldad.
El tratado de Maquiavelo supone un importante aporte al pensamiento renacentista e influyó a muchos príncipes de la época. Incluso podemos ver paralelismos en su exposición de ideas y en actuaciones de líderes autoritarios más modernos, que han llevado la “razón de Estado” hasta las últimas consecuencias.
¿Cuándo se inició la guerra de la información?
Como “inicio de la guerra de la información” podríamos clasificar el contexto en el cual se produce la obra de John Milton. El Parlamento Británico puso en marcha una orden para que los libros reciban licencia para ser editados. A esto se opone enérgicamente Milton en su obra “Aeropagítica”, un autor que además de la libertad de prensa, es partidario de la república y del divorcio.
Expuesto el pensamiento, podemos calificar a Milton como un revolucionario de su época. “Matar un buen libro es casi matar a un hombre”, comenta en su obra. En este momento la imprenta tenía dos siglos aproximados de historia y no se sabía del alcance real que podía llegar a tener la libre circulación de la información, pero vemos como el gobierno británico empieza a limitar la libre distribución de libros.
Según el autor, dicha ley paralizaría los avances en la ciencia y en la religión, menoscabando así la verdad en definitiva. Asimismo defiende la libre circulación de ideas distintas como método de enriquecimiento de la sociedad en general. En el terreno religioso, comenta que “será más cristiano que sean muchos tolerados, antes que todos constreñidos”.
La importancia de la obra de John Milton, llega hasta el pensamiento de los que en 1688 protagonizan la Revolución Gloriosa e inician un período dorado de la libertad de prensa.
Historia del periodismo, 2º, 2011.
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