La vara de medir a los inmigrantes, según su procedencia
R.V.- En 1718 se instauró la ley del llamado “tributo de sangre”. Este dictamen regulaba que por cada cien toneladas de mercancías que se mandaban a América desde el Archipiélago Canario, debían enviarse cinco familias canarias al nuevo continente. En el siglo XX salían barcos cargados de gente de las costas canarias. A estos barcos se les llamó “barcos fantasmas”, pues un día estaban navegando y al día siguiente desaparecían. Cuba, Venezuela, Argentina, Uruguay o la Lusiana en Estados Unidos, eran algunos de los destinos de estas embarcaciones.
En 1994 la historia de Canarias cambia para siempre: el territorio insular pasa de ser exportador de personas migrantes a recibir inmigrantes ilegales. Pero la inmigración con destino a Canarias había existido mucho antes. El boom turístico desde la década de los sesenta, había traído miles de europeos con intención de instalarse definitivamente. La diferencia era sólo una: unos venían en avión y otros venían en barcos ilegales. Pero todas y todos pagaban su pasaje…
Pies en lugar de raíces
La naturaleza emigrante del ser humano, lo ha hecho propenso a cambiar de territorio continuamente a lo largo de su historia. Con la creación de los estados modernos, la burocracia y las fronteras, los pobladores de los distintos estados se sintieron pertenecientes a un territorio concreto. Pero siguen existiendo seres humanos que necesitan emigrar y cambiar de lugar para conseguir una vida mejor.
“Si Dios quisiera que estuviéramos quietos en un lugar, nos habría dado raíces en lugar de piernas”, dice un viejo proverbio. En el continente africano las fronteras que se marcaron fueron hechas por las antiguas potencias coloniales europeas y eso generó problemas políticos graves: guerras civiles, hambrunas o epidemias, fueron algunos de los males africanos después de la descolonización. Todo esto creó un caldo de cultivo favorable a la migración de contingentes humanos a Europa.
Canarias representa un territorio apetecible y cercano para emigrar. A sólo 100 kilómetros de las costas africanas, el boom turístico había conseguido colocar al Archipiélago en el mercado económico mundial. Las riquezas creadas en las islas no pasaron desapercibidas para los habitantes del continente vecino. Un antiguo dicho en Canarias decía: “de Tuineje a Berbería, se sale de noche y se llega de día”. Sin embargo al revés el camino era más cercano y eso lo empezaron a descubrir a poco de comenzar la década de los 90.
Inicio de un fenómeno
El 28 de agosto de 1994 arribó una patera a Salinas del Carmen en Fuerteventura. En ella venían dos jóvenes saharauis y fueron recibidos como héroes. Los estrechos lazos históricos de solidaridad entre el pueblo canario y saharaui, convirtieron a los dos jóvenes en mártires del colonialismo marroquí en el Sáhara Occidental. Más allá de la simbología que incluía en sí misma que fueran del Sáhara ocupado, esto sólo era el comienzo de un fenómeno que se extendería durante años.
La llegada de pateras comenzó a ser algo habitual en las dos islas más orientales. Esto generó problemas sociales como reyertas entre inmigrantes, viviendas hacinadas o contratación ilegal por parte de empresarios sin escrúpulos. Algunos políticos insulares, criticaron esta llegada de irregulares: Antonio Hormiga, político majorero, anunció el comienzo de la “marcha azul” y pidió más vigilancia en las costas. Por su parte Domingo González Arroyo, por aquel entonces alcalde de La Oliva , habla de la necesidad de instalar radares para detectar la madera de las pateras, a la vez que afirma que con la Legión no habría inmigración y que la invasión no había hecho más que empezar. Este mismo político a la cuestión sobre si se considera racista, contesta negativamente: “incluso he cantado «Angelitos negros» de Antonio Machín”.
A la vez que llegaban inmigrantes en pateras, también otros lo hacían en aviones. Miles de turistas europeos veían en Canarias su lugar idóneo para vivir y para explotar sus negocios. A su vez la construcción de infraestructuras turísticas, requería de mano de obra. Por aquella época, llegaron muchos trabajadores procedentes de Galicía, Andalucía o Extremadura. A esta demanda de trabajo, no querían ser una excepción los africanos.
Hacinados en el Aeropuerto
En el año 1998 llegan 400 personas en patera a Fuerteventura y Lanzarote. El proceso por el que contratan el viaje es siempre el mismo: pagan un billete a alguien que los promociona, por unos 4000 dirhams, unos 420 euros y ya pueden embarcar con destino a lo que ellos llaman el paraíso.
Los peligros eran muchos, pero todavía no había ocurrido ningún naufragio. El primero se produce en julio 1999, cuando una patera se hundió cerca de las costas de Morro Jable. En su momento se colocó una estatua en memoria de estos seres humanos. Sin embargo, hoy observamos la situación de olvido en la que se encuentra dicho monumento.
En ese mismo año se produce uno de los acontecimientos más vergonzosos de la historia moderna de Canarias: 800 irregulares son colocados en la antigua terminal del Aeropuerto de Fuerteventura, pendientes de su expulsión. La situación en el lugar era insostenible, pues vivían hacinados y en condiciones deplorables de higiene y salud.
Pese a esto, el Ministro del Interior de ese momento, Mariano Rajoy, calificó el recinto de “idóneo”. No pensaban lo mismo algunas asociaciones activistas internacionales. En concreto Human Rights Watch, denunció el trato dado a los inmigrantes en Canarias.
Una manifestación racista
Llegamos al año 2000 y el fenómeno continúa. Empiezan a llegar contingentes humanos del África Subsahariana, a la vez que siguen llegando norteafricanos. Ante la imposibilidad de ser atendidos en Fuerteventura, isla predilecta de llegada, son trasladados a Gran Canaria. Allí empiezan a deambular por el Parque Santa Catalina y el centro de la ciudad.
Con la promoción de un canal local, el Canal 25, se realiza en ese mismo lugar una manifestación “contra la inmigración”. Ese medio local, estaba financiado por el PP y era afín a Democracia Nacional y Falange Española. En este contexto se creó una plataforma ciudadana en contra de los inmigrantes africanos, que escondía un sentimiento racista y de aporofobia.
Pero el hecho no quedó impune para la sociedad civil de la isla. El día en el que se celebró esta manifestación, hubo una contramanifestación a favor de los derechos de las personas migrantes. El enfrentamiento estaba servido y el despliegue policial para evitar que hubiera roces entre los dos grupos, fue espectacular.
De todo esto tomó nota José Manuel Soria, alcalde de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria en aquella época. En noviembre de 2001, pagó un billete sólo de ida para los inmigrantes hacinados en Santa Catalina y los mandó a Madrid, con lo que trasladaba el problema a otro lugar.
Inmigración rica contra inmigración pobre
El periódico británico Financial Times publicó el pasado 16 de marzo, un artículo sobre la economía canaria, titulado Paradise lost for jobless Canarians. Aparte de hablar del desempleo o de la fragilidad económica, esboza una conclusión con respecto a la inmigración. Según el periodista Víctor Mallet, escritor de la noticia, “la inmigración que realmente hace daño es la que vino a aprovecharse del boom turístico, haciendo que la población se incrementara en más de un cuarto en una década, llegando a los dos millones”.
Atendiendo a las reflexiones de Financial Times, el crecimiento poblacional es el que realmente ha perjudicado a la economía canaria y no en concreto la inmigración de africanos. Si miramos las cifras de dinero que maneja un inmigrante europeo y las que maneja uno africano, nos damos cuenta de que estamos enfrentando inmigrantes ricos contra inmigrantes pobres.
“Tenemos piernas, no tenemos raíces”, reiteramos ese viejo proverbio. Los seres humanos seguirán dejando su tierra y buscando una vida mejor, por muchas fronteras que se impongan. Las canarias y los canarios nos marchábamos a América. Ahora en cambio recibimos migrantes europeos, africanos, americanos y asiáticos. En la actualidad ante la difícil situación económica de Canarias, el proceso se ha ralentizado: ¿a quién le tocará trasladar sus piernas próximamente?
Géneros informativos e interpretativos en prensa, 2º, 2010.
Como dicen los "Alma sin dueño" la sangre se mezcla.
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=GrCDY6OkXCc
En el siglo XIX con el nacimiento de los nacionalismos burgueses, se crea una idea de raza totalmente errónea. El ser humano es igual aquí o 5000 kilómetros más allá. Mientras que no evolucione el ser humano, seguiremos siendo la misma especie. Buena canción, te la complemento con esta:
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=5JGTgUqxj9w