Para analizar la existencia de la opinión pública en el siglo XXI, he elegido el caso de Jesús Neira, profesor universitario agredido por Antonio Puerta, cuando el primero intentaba defender a Violeta Santander de la paliza que le estaba propinando su marido. Es un ejemplo idóneo para ver cómo un personaje puede pasar de ser un ejemplo para la sociedad a ser un díscolo antidemocrático, molesto y borracho, para la opinión pública. El término medio no existe en la prensa del siglo XXI, que oscila entre el endiosamiento y el cainismo.
Los hechos anteriormente descritos ocurrieron en agosto de 2008 en un hotel madrileño. No tardaron en aparecer reconocimientos institucionales y mediáticos a la acción del profesor: recibe la Medalla de Oro al Mérito Ciudadano de la Comunidad de Madrid, María Teresa Fernández De la Vega lo reclama como “ejemplo para la ciudadanía”, Rajoy acude al hospital donde está ingresado y visita a la familia y es condecorado por la Universidad Camilo José Cela. La opinión pública gana uno de esos ejemplos recurrentes cuando se habla de buenos valores, máxime cuando la violencia machista es un problema de dimensiones preocupantes.
El 30 de diciembre de 2008 sale de la UCI y en enero de 2009 le ofrecen ser Presidente del Consejo Asesor del Observatorio contra la violencia de género de la Comunidad de Madrid. Es investido en este cargo en noviembre.
En un reportaje en El País Semanal afirma: “Ni me siento un héroe ni un superhombre”. A la misma vez se presenta el libro “Diario de Jesús Neira, el hombre que dijo basta”. El 13 de marzo empieza a aparecer en televisión como colaborador de Antena 3. Carlos Boyero en un artículo de opinión para El País, asegura rotundamente: “Jesús Neira cuenta en Antena 3 que ha sobrevivido física y mentalmente aunque haya conocido el abismo y sus terribles secuelas. Y no enfatiza su calvario, no desata su rencor sobre el olvido que ha sufrido por parte del bamboleante guiñapo al que defendió, esa lamentable señora que habrá sacado una pasta del repugnante mercaderío de la tele alimentando el morbo y ofreciendo su escandalosa versión de aquel maldito día.” y apostilla refiriéndose al profesor: “Los héroes de la verdad son siempre terrenales”.
La popularidad de Neira es difícilmente medible, pero debe de estar cercana a la de los cargos públicos. Su vuelta a la UCI del Hospital Puerta de Hierro por una neumonía, es seguida con sumo interés y preocupación por la prensa. Anaís Berdie, en una crónica tras la salida de Jesús Neira del hospital, resume de esta manera el recibimiento: “Su aparición, con aspecto todavía débil pero sonriente, arrancó los aplausos de los presentes. De los amigos que llevaban días preparándole una fiesta, de algunos de sus vecinos de habitación, de los enfermos que se asomaban en bata por la barandilla de la primera planta del Hospital Puerta de Hierro. Fuera le esperaban 256 globos blancos, uno por cada día que Jesús Neira ha permanecido ingresado tras la agresión que casi le hizo perder la vida por defender a una mujer que estaba siendo maltratada por su pareja. Y 56 globos rojos, los mismos que años cumplía precisamente ayer, cuando los médicos le dieron el alta”.
En septiembre de 2009 pronuncia el pregón de las fiestas de Majalahonda. Pero dos meses más tarde iba a tener el juicio contra Antonio Puerta. Neira dice que Puerta sujetaba a su mujer con una mano y la golpeaba con la otra, mientras Violeta Santander, la agredida, dice que no se sintió maltratada y por eso no denunció. La fiscal pidió que se abrieran diligencias contra Santander por levantar falso testimonio. Antonio Puerta por su parte, pidió al Juez que parara el “circo mediático”, aparte de mostrarse cansado de los insultos de Jesús Neira.
Tras 18 meses de cárcel, Antonio Puerta sale el 23 de febrero de 2010 de la cárcel bajo fianza. Neira actúa con indignación y se reafirma en sus primeras declaraciones. Este hecho va a ser un punto de inflexión para entender el cambio de actitud del profesor, que contravino en un cambio de tratamiento de la opinión pública a este personaje.
El 30 de marzo el PSM (Partido Socialista de Madrid) pide a Esperanza Aguirre que destituya a Neira por sus afirmaciones en su libro “España sin democracia” en el que según dicho partido “se atenta contra la democracia”. En un primer momento Aguirre defiende el derecho a la libertad de expresión del profesor, pero no va a durar mucho. El héroe empieza a ser menos héroe.
El libro deja afirmaciones como “la Constitución se debate entre el secretismo y el contrabando de las fuerzas políticas”, entre otras muchas afirmaciones contra el sistema español. Las acciones que le generan impopularidad, se agravan cuando en septiembre es sorprendido mientras conducía con una tasa de alcoholemia el triple de la permitida. Varios poderes fácticos y partidos piden que se le cese en su cargo. El profesor lo achaca a media copa de vino y un licor de café en combinación con el tratamiento. Esta vez sí, Esperanza Aguirre aprovecha este hecho para cesarlo en su cargo. Se destapa que el Observatorio contra la violencia de género, casi no tenía actividad por falta de presupuesto. Los medios empiezan a hablar de lo inútil del puesto que ocupaba y de los 2000 euros al mes que percibía el profesor.
En octubre muere su agresor Antonio Puerta y casi coetáneamente Jesús Neira ingresa nuevamente en la UCI por una hemorragia cerebral. En diciembre el profesor abandona el hospital y empieza a aparecer menos en los círculos mediáticos, llevando una vida todo lo tranquila que puede con sus continuas dolencias.
Opinión Pública, 2011, 3º.
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