Más
de 3500 personas reclaman la consideración de La Graciosa como la octava isla
Raúl
Vega La Graciosa ya tiene el corazón curtido en la decepción
de su invisibilidad. Siempre se habla de las siete islas canarias. Aquella
octava isla que se encuentra en la región nororiental del Archipiélago y donde
viven unos 660 habitantes, no parece merecer la consideración de la mayoría, ni
social ni administrativamente. Habitantes por cierto, que forman parte del
pueblo canario, al mismo nivel que los del resto de islas.
Incluso tienen que escuchar que
se hable del hermano país de Venezuela como la octava isla. Venezuela, que por
cierto, incluyó una estrella a su bandera en el año 2006, en homenaje a la
región de Guyana y en honor del Libertador Simón Bolívar. ¿Por qué no agregar
una estrella en nuestra bandera, nosotros también? Los gracioseros se han
puesto en marcha y quieren ser considerados como la octava isla, la octava
estrella. Para ello ya cuentan con más de 3000 firmas. El panorama no parece
fácil, pero de todas formas poseen la fe y buena parte de la razón.
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La Graciosa. Fuente: Wikipedia |
Situación
e historia
La Graciosa se encuentra al
este del Archipiélago, concretamente al noroeste de Lanzarote. Tiene una
superficie de 27 kilómetros cuadrados, separados de la isla de los volcanes por
un estrecho denominado como “El Río”. La capital y núcleo más poblado es La
Caleta del Sebo y el punto más alto de la isla se sitúa en Las Agujas, a 266
metros de altitud.
Fue conquistada por Juan de
Bethencourt en 1402. En los años 50, el gobernador García Escámez reparte
tierras a unas sesenta familias para su cultivo en la isla, lo que supone el
germen de la población actual. Actualmente depende administrativamente del
municipio de Teguise, cuyos concejales eligen a una representante de la isla de
La Graciosa.
Ser
tratada como una isla
Ese es el deseo de unas 3500
personas (900 en Internet y 2600 en papel), que ya han firmado a favor de que
La Graciosa sea considerada la octava isla. Para ello habría que cambiar el
Estatuto de Autonomía, que establece en su artículo 2 que Canarias se compone
de siete islas y seis islotes. Con esta posible modificación, el Archipiélago
se compondría de ocho islas y cinco islotes.
En cuanto a la situación
administrativa, los gracioseros no piden ni un Cabildo ni un municipio; la isla
se convertiría en una pedanía, con un representante elegido por los poco menos
de 700 habitantes. Actualmente hay un Consejo Ciudadano creado por el
Ayuntamiento de Teguise, para el debate de las cuestiones que incumben a La
Graciosa. Pese a ello, Miguel Páez, portavoz de la plataforma y persona que
inició la recogida de firmas en change.org, recuerda que es “un órgano
consultivo pero no vinculante”.
Las firmas están previstas
que sean entregadas por la representante de la isla en el Ayuntamiento de
Teguise, Alicia Páez. De salida ya cuenta con el rechazo del alcalde del
municipio conejero, Oswaldo Bethencourt y con la maza de la reforma de la Ley
de Bases de Régimen Local, que pretende “evitar duplicidades” en las
administraciones públicas. La modificación prevista por el Gobierno estatal,
parece suponer un obstáculo a la realización del proyecto graciosero, aunque en
este caso es difícil encontrar duplicidades, sino cambio de consideración
administrativa para un gobierno más cercano.
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Pegatina de la bandera canaria con ocho estrellas. Fuente: Punto Creativo. |
Nueva
estrella
Como demuestra la
incorporación de la estrella en la bandera venezolana, un País debe ser
solícito con las peticiones de sus habitantes. La situación de la Graciosa es a
todas luces extraña: está poblada, está separada por mar de Lanzarote y reclama
elegir a sus propios representantes. Actualmente los gracioseros y las
gracioseras no tienen ningún poder legislativo sobre los problemas que les
atañen. Su Gobierno se encuentra al otro lado del mar. Además, tienen que conformarse
con verse reflejados en la estrella que representa a Lanzarote.
Sería sano para Canarias que
La Graciosa tuviera consideración de isla. Y si mañana isla de Lobos o
cualquier otro islote está poblado y reclama lo mismo, también. Un País moderno
debe estar en constante movimiento. Claro que, la situación de dependencia de
Canarias, no hace esperar demasiado pensamiento nacional. Es más, estamos más
acostumbrados al cainismo. Pero la isla de La Graciosa, merece poseer la octava
estrella.